¿Por qué babea mi hijo?
Hasta cierta edad, el babeo es una actividad normal que se corresponde con la aparición de los dientes y que se irá atenuando a medida que el niño se acerque a los dos años de edad. Durante este tiempo, la saliva excesiva jugará un papel protector calmando y curando las encías contra las rozaduras provocadas por los dientes que estan empezando a salir. El babeo incontrolado del bebé puede deberse a la falta de control de la cabeza y el tronco para tragar de forma adecuada.
El babeo terminará cuando los dientes hayan terminado de salir.
Hay otros factores que contribuirán a que el babeo se prolongue más tiempo del debido y que tú puedes observar:
- La presión de la lengua hacia adelante en el momento de tragar
- La falta de hábito para mantener la boca cerrada
- Si la posición del cuerpo y la cabeza no son adecuados, la cabeza caerá ligeramente hacia adelante, y al tener la boca abierta la saliva fluirá más fácilmente.
- La respiración bucal
¿Para qué necesitamos la saliva?
1.- Necesitamos la saliva para hablar ya que lubrica y protege los labios, los dientes, la lengua y todas las otras áreas dentro de la boca. Cuando los labios, los dientes y la lengua están muy secos, hablar y tragar puede ser difícil e incómodo.
2.- La saliva es indispensable para comer. Cuando masticamos, la lengua mezcla los alimentos con la saliva para humedecerlos y prepararlos para tragar. Hay alimentos muy secos y crujientes que requieren más saliva para poderlos tragar como las galletas o las patatas fritas. Una vez que los alimentos son humedecidos y masticados, la lengua desliza hacia la parte de atrás de la boca la comida para tragarla.
3.- La saliva ayuda a disolver grasas y azúcar de nuestras comidas dentro de la boca, allí comienza la digestión. Además contribuye a disolver cualquier exceso de comida en los dientes, protegiéndolos de las bacterias que los dañan.
Estrategias que ayudan a controlar el babeo
- Recuérdale a tu hijo/a que debe cerrar la boca y tragar la saliva. Le ayudará a darse cuenta de la necesidad de tragar.
- Dale una pajita para beber líquidos y también bebidas espesas (como helados o batidos). Esto fortalece la musculatura de los labios y le ayuda a practicar y ejercitarse en absorber y tragar.
- Colócale una pequeña cantidad de gelatina seca, una cucharadita de natillas o un trocito de manzana entre el labio inferior y los dientes para que se lo saque de allí, lo mastique y lo trague. Contribuirá a que mejore el tono muscular y se incremente la sensibilidad en esa zona de la boca. Ponle en los labios crema de chocolate (Nocilla o Nutella), nata o crema de cacahuete y anímalo a lamerla. Fortalecerá la musculatura dentro y fuera de la boca.
- Invita a tu hijo/a a que sople pelotas de pin-pon o de algodón encima de una mesa; a que haga pompas de jabón; sople pitos y silbatos…, y cualquier otro ejercicio que mejore la movilidad de los músculos de la boca, labios y lengua.
- Dale de comer alimentos con diferentes temperaturas, sabores y texturas para que aumente la estimulación sensorial dentro de la boca (como un helado o una sopa tibia).
- Masajea la boca de tu hijo antes de comer para ayudarle a mejorar las sensaciones dentro y fuera de la boca.
Para terminar recuerda que todos los niños son diferentes y algunos babean más que otros. Si te inquieta el babeo excesivo de tu hijo/a, consulta a tu médico, dentista o llama a nuestro centro. Estaremos encantados de ayudarte.