¿Por qué ocurre esto?
- Se ha creado un mal hábito. Los padres no deben ejercer de maestros, si el niño se acostumbra desde pequeño a tener a alguien encima de él para trabajar se vuelve dependiente y, en lugar de desarrollar estrategias en la toma de decisiones, o aprender a resolver los problemas que surgen, se relaja y espera a que le ayuden.
- La presencia de dificultades en el aprendizaje le impide afrontar las tareas que se proponen.
- Escucha al maestro para ajustar la exigencia a la capacidad del niño, si no, es posible que se desmotive, se resista a estudiar e incluso baje su autoestima.
¿Cómo podemos enseñarle a estudiar solo?
- Crea un espacio adecuado de estudio. Es esencial que tu hijo disponga de una mesa con espacio suficiente, retira todo lo que le pueda distraer (tele, tablet, juguetes). En caso de que sea necesario, puedes limitar el acceso a Internet por completo durante los tiempos de estudio programados. Vigila que tenga a mano los materiales necesarios y el entorno sea tranquilo. Debe contar con una buena iluminación y una silla adecuada.
- Establece una rutina con un horario estable durante la semana. Para que el niño funcione bien, la estabilidad y las rutinas son algo importante. Mete en el horario la merienda y la cena para que sean también a la misma hora todos los días, y así tu hijo sabe durante cuánto tiempo tiene que hacer los deberes y cuándo puede irse a dormir. Tener un sueño reparador es un factor esencial para que esté descansado y motivado para estudiar.
- Ayúdale a que adquiera el hábito de estudio. Revisa con él la lista de tareas y marca las que sabe hacer sin ayuda. Que empiece por esas actividades. Le pedimos de vez en cuando que nos enseñe las tareas que ha hecho pero sin corregirlas. Las primeras semanas puedes sentarte cerca de él sin ofrecerle tu ayuda. Luego que siga con el resto de las tareas, si se ha quedado con alguna duda, aclárasela y ayúdale, con paciencia y sin prisa. Evita que se agobie y pierda el interés, de esta manera le aportas seguridad.
- No debes sentarte con tu hijo si puede hacer las tareas sin ayuda y de forma correcta, o si parece que va en camino de aprender el proceso. Es importante que él lo intente solo.
- Qué disfrute con el aprendizaje. Su mejor estímulo debe ser descubrir cosas nuevas, plantearse retos y desarrollar sus intereses. Anímale a aprender cosas nuevas todos los días. Encuentra formas interactivas para que tu hijo aprenda en casa, como pueden ser: documentales, juegos educativos o libros. También es bueno que le hagas preguntas y le enseñes a cuestionarse y a reflexionar acerca del mundo que le rodea.
- No le presiones. Pídele que estudie de forma relajada y consigue que sea consciente de la importancia que tiene el hecho de estudiar.
- Establece tiempos de descanso. Debes asegurarte de que tu hijo coge descansos cortos cada cierto tiempo, para evitar que se sature. Ten en cuenta que si obligas a tu hijo a trabajar durante más tiempo del que puede concentrarse, es posible que no obtenga tanto provecho de su estudio. Puede asociar el acto de estudiar con algo negativo.
- Ofrece recompensas sutiles, como salir a jugar al parque, ir a la casa de un amigo, mirar su serie favorita, etc. Esto debes hacerlo como premio cuyo objetivo es que entienda los beneficios y recompensas que consigue cuando aprende sin tu ayuda.
- Busca maneras divertidas de estudiar. Prueba diferentes métodos y modificar el sistema de estudio de tu hijo hasta que funcione. Por ejemplo, puedes usar tarjetas didácticas, una guía de estudio personalizada o notas adhesivas en su habitación.
- Es importante reconocer su esfuerzo y celebrar sus logros. Frases tan sencillas como «estoy muy orgullosa de ti» o «sabía que eras capaz de lograrlo» son palabras muy importantes para tu hijo. No dudes en decírselas cuando lo merezca.
Si. El vuelo de una mosca puede ser suficiente para dejar los libros. Pero para dejarlos también es preciso cogerlos…
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