El biberón: 7 poderosas razones para dejarlo cuanto antes

Muchos padres nos preguntan cuándo deben quitarle el biberón a su hijo. ¿La verdad?, cuanto antes, mejor.

Desde los 9 meses de edad, tu hijo comienza a tener la habilidad motora suficiente para sostener un vaso y aprender a beber de él. Como todas las cosas, algunos lo pueden hacer antes, otros lo conseguirán después. Entonces, ¿por qué no hacerlo ya? A medida que crecen será más difícil quitarles este hábito.

Hay estudios que sugieren que los niños que siguen usando el biberón después de los 2 años de edad pueden distorsionar patrones funcionales básicos que originan a la larga una serie alteraciones, como son:

  • La deglución atípica: proyectan la lengua a la cara palatina de los dientes anteriores abriendo la mordida, espacio que luego ocupa la lengua
  • Respiración bucal, toma el aire por la boca en lugar de hacerlo por la nariz.
  • Disfunción masticatoria que provoca alteraciones del desarrollo máxilo-dentario.
  • Congestión del sistema adenoídeo (amígdalas faríngeas o vegetaciones) que a su vez implica una congestión de la mucosa respiratoria y de la trompa de Eustaquio, lo que las hace vulnerables a la infección, aumenta el riesgo de padecer otitis y enfermedades respiratorias.
  • Puede favorecer la temprana aparición de caries debido al azúcar o los alimentos azucarados agregados a la leche artificial. Sobre todo si tu hijo se queda dormido con el biberón en la boca.
  • Las alteraciones en los dientes y el paladar logran dificultar o frenar la correcta adquisición del habla.
  • Deficiencias en la alimentación, causadas al tomar mucha más cantidad de leche al día de la que necesitan, por lo que ya no tienen hambre a la hora de comer alimentos sólidos.

Seguramente tu hijo no quiere dejar del biberón a pesar de saber beber del vaso correctamente. El motivo no siempre es el mismo, puede ser comodidad, dependencia, tranquilidad, etc. Lograr que se desprenda de él no es sólo una tarea de tu hijo, tú también tienes mucho que ver. Ayúdale a madurar, crecer sin miedo y hacerse independiente.  Tu hijo debe sentir que es mayor, que ya no es un bebé, es fundamental que tú lo trates como tal.

 TE HACEMOS UNAS SUGERENCIAS PARA AYUDARLE A DEJARLO

  • Empieza la transición cuanto antes. Aunque se ponga perdido, puedes comenzar a darle vasos a partir de los siete meses, combinándolo, eso sí, con el biberón.
  • Para que se acostumbre a dejar la tetina, dale un vaso con boquilla, así evitas que se tire las bebidas por encima; después pasa a un vaso con asas,que le resultará mucho más fácil de sujetar. Y, cuando ya sepa beber del vaso, olvídate para siempre del biberón. Deja de ofrecérselo.
  • No le des el biberón a tu bebé cuando lo acuestes. Si tu hijo tiene que chupar algo para consolarse, dale un chupete o un objeto, como su peluche favorito.
  • Cuando va creciendo, dale sólo agua en su biberón. Las otras bebidas que le gustan como la leche, batidos o el zumo en un vaso.
  • Dale a tu hijo muchos besos y abrazos. Cuando deja el biberón, está dejando un ritual que le conforta, igual que el chupete, porque ejerce las mismas funciones: les calma y les hace sentirse protegidos.
  • El más complicado es el biberón que toman justo antes de dormir. Muchos niños siguen tomándolo por la noche durante muchos años. Un buen baño caliente antes de acostarse, leer un cuento, cantarle una nana… cualquier táctica que les serene es buena si consigues que duerman sin él.
  • Para que le resulte más fácil desprenderse de él, puedes decirle que vas a cambiar su viejo biberón de cuando era pequeño por un “vaso de niño mayor”. Regálale uno bonito o cómpralo con él. Si tiene hermanos mayores, busca su complicidad y que todos los vasos sean iguales. Cuando consigas que de este paso, tú no te quedes atrás y no lleves el biberón a todas partes “por si acaso”. Puedes llevar agua en una botella pequeña o una cantimplora.

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